martes, 27 de octubre de 2015

SIN SENTIDO

Hoy como ya hace muchos días, camino con la cabeza gacha, con la mente perdida, una mirada triste y un corazón vacío. No sé a dónde ir, no hay ni siquiera una razón para ir a algún lado, no hay un sentimiento que me atraiga, una persona que me espere, un beso que me ate o un corazón que lata mi nombre. Hoy no encuentro rastro de vida en mí, estoy vacío, sin rumbo, sin deseos, sin nada. No hay sentimientos felices, no hay una razón para sonreír, no hay razones para respirar o simplemente no existe quien me de esa razón para luchar. Siento como poco a poco esa soledad maldita envenena mi mente con sensaciones, sueños e ilusiones idiotas, que nacen y mueren allí mismos en un corazón vacío en un corazón muerto. Mientras camino siento celos de la felicidad que reflejan los demás, porque ya no creo, ya no espero, ya perdí todo, me perdí a mi mismo. Ya no hay porque escribir, ya no hay inspiración, ya las palabras se están secando, el sentimiento se ha marchitado, ya se perdió todo… Ya perdí lo que más he querido.

Carlos Osorio
Universidad del Tolima 
Lic. Lengua Castellana

jueves, 22 de octubre de 2015

Hoja de papel


Tuyos han sido mis pensamientos, sentimientos y emociones;
cuando las decepciones oscurecieron mi mundo y las alegrías 
nacientes con una nueva ilusión lo iluminaron de nuevo.

Presa de los pensamientos del hombre,
y libertadora de los espíritus de los mismos; 
has sido testigo de la dicha y felicidad, de la envidia, 
rabia y tristeza que hacia presión en sus corazones.

Para la mayoría de los hombres sol eres una hoja de papel, 
para mi eres vida, eres el portal que me lleva a una dimensión 
donde el único límite es mi imaginación y la única regla es ser feliz.

Arley Pelaez

AMANTE


Has revivido lo que ella ha dejado morir, ha dejado… ¡Marchitar! Todas aquellas sensaciones y emociones que en algún momento nacieron en mí hacia ella se han desvanecido como el agua entre las manos.
Pero tú has hecho que mi corazón lata de nuevo, y mi sangre corra tan desenfrenadamente como un corcel que recorre los valles sintiendo la suave brisa y el indomable viento en su pecho. Aunque lo nuestro sea prohibido, pese a que… le perteneces a él, sé que me amas tanto como yo a ti, igualmente que se ha encargado de matar tu cariño y sólo te quede desprecio.
Tú y yo nos elegimos, y nos liberamos de estos seres que sobran cuando estamos juntos, nos miramos o solamente nos pensamos con ese deseo que se adueñó de nuestras almas.
Tu boca sabor a miel, tu cabello lacio y negro como la noche, ¡todo tu ser! Que ha sido esculpido por los dioses, tu rostro tallado por los ángeles son todo lo que puedo  pensar desear y anhelar.
Cuando hacemos el amor entre sábanas blancas, que son testigos los astros y desde el firmamento contemplan el big bang de nuestras pasiones que se funden en una sola irrumpiendo lo imaginable. Y probamos el sabor rojo de la sangre que hace detonar la pasión del alma y el deseo del cuerpo; saciando nuestras almas de esa imposición que no ahoga en nuestras ausencias.
 La luna te acompañara en mi nombre y solo me queda esperar que nuevamente nos entreguemos. No puedo negar que a la hora de despedirnos es cuando más duele el día, ¡o la noche!...Al pensar en ti; puedo escuchar el suave sonido de las rosas que sobre nuestro lecho clandestino hacen llegar a mi mente el recuerdo de estos maravillosos instantes fugaces. Rosas que solo los que han amado como yo pueden escuchar y solo ellos podrán entender o por lo menos comprender lo que siento y todo esto al pasar por mi mente me lleva a un mismo lugar, a una misma conclusión…

Quiero que sepas que te amo…

arley pelaez

miércoles, 21 de octubre de 2015

UN DÍA EN MI PENSAMIENTO

Me gustas, de una forma diferente, de una forma singular, de una forma que ni siquiera yo logro comprender. ¿Por qué lo sé? Porque te pienso mucho, cada momento, cada paso, cada día, cada instante. Me pregunto cómo habrás empezado tu día, si quizás estas preocupada, angustiada, te falta algo o simplemente te falto yo. Después que todo ello pasa por mi cabeza, me decido a enviarte un mensaje y, aun sabiendo que no soy tu primer pensamiento del día, ni el ultimo, busco en ocasiones durante ratos la imagen que exprese lo que te quiero decir, porque todos los días te quiero decir algo diferente, algo nuevo, algo, que venga de mí. Y una sonrisa aparece cuando me respondes, una sonrisa extraña, diferente a la normal, una sonrisa que viene de otro lado, una sonrisa que tiene un sabor dulce y que se queda a veces durante minutos gracias a esas palabras tan simples para algunos, pero tan llenas de significado para mí. Pasan los segundos, minutos y horas, y cada vez tu imagen se entrelaza, se enreda y se vuelve una con mis pensamientos, creando sueños, metas, objetivos, que en mi mente lograremos juntos pero en la realidad no he dado ni el primer paso para cumplirlos. Y de pronto te veo, hermosa, diferente, única. Muero por correr y darte un abrazo un beso y decirte te extraño, pero no soy lo suficiente, no soy capaz, no soy yo, cuando estas cerca de mí. Y entonces mientras todo trascurre tan normal, mientras intento colocar mi atención en la clase, no puedo evitar mirarte de reojo, analizarte, decirte tantas cosas que siento por ti, que tú ya sabes (o te imaginas), pero que me falta el coraje para confirmarlo. Y después siento como mi cuerpo me traiciona al juntarse nuestras miradas, se hace evidente todo, me vuelvo débil ante tus ojos, me vuelvo débil ante ti. Y, al terminar busco la manera de hablarte se sentirte, de poder estar cerca de ti, me conformo siendo tu amigo, escondido entre un sentimiento que no es real, porque, porque no te veo como una amiga, no… Te veo como algo más, mucho más, te veo de una manera diferente y me doy cuenta que haces en mí cosas, que me transformas, que me cambias, que me haces creer, me hacer dudar, me haces sentir celos, me haces reír, me haces, me haces feliz. Y después tengo que ser tan hipócrita de darte un beso en la mejilla, y dejarte ir así, sabiendo que por dentro quiero darte un abrazo un beso eterno y decirte cuantas cosas me haces sentir… Pero no, prefiero ser tu amigo y tenerte cerca, a que sepas cuanto te quiero y de pronto te alejes. Y pasan las horas mi vida sigue monótona y sin sentido y de pronto pasas por mi mente, sin avisar, sin pedir permiso, escojo esa imagen que con tanto esfuerzo busque para ti, y te la envió sabiendo que me vas a responder algo sencillo pero que para mi corazón enamorado, soñador y estúpido es el más hermoso poema que va a leer por muchas veces.

Carlos Osorio Rodriguez
Universidad del Tolima
Lic. Lengua Castellana

ODIO

Hay días tan iguales, hay días en los cuales te levantas sin objetivos, sin metas, sin ganas. Hay días pobres, días en los cuales no aprendes, no entiendes o no te importa. Días en los cuales no crees en nadie, no crees en nada, ni siquiera en ti mismo. Días en donde el hastío de la vida es mayor, donde estás cansado de correr, de huir y de esconderte. Días en los cuales te miras al espejo y no te reconoces, te desconoces no sabes quién eres. Días en los cuales no te importa ser, no quieres cumplir, no quieres vivir. Días fatídicos, días sin importancia, días perdidos, días sin relevancia. Días hipócritas, en donde sonríes por educación, por orgullo, o solo por no llamar la atención. Días que duelen, días que envenenan, que destruyen, días que no valen la pena. Días sin ánimos, días en los cuales quieres quedarte acostado, no pensar, no respirar, no escuchar tu corazón, no deambular en sueños ilusos, perder el sentido, perder el camino, perder tus metas si es que las has tenido, perderte en la oscuridad, o perderte en el vació. Días en los cuales no quieres sentir, no quieres tener, no quieres amar, o simplemente te has dejado vencer. Días en los que luchar es en vano, es perdido, es perder a cada segundo la cabeza, es seguir sin un motivo. Días en los que estás muerto en vida, Días en los cuales no ríes, no abrazas, no suspiras y solo caminas sin rumbo y con una mirada perdida. Días lentos, días angustiosos, días dolorosos, días que no parecen días, días llenos de repudio, días en los cuales... solo me llena el odio. 

Carlos Osorio Rodriguez
Universidad del Tolima
Lic. Lengua Castellana