Me gustas, de una forma diferente, de una forma singular, de
una forma que ni siquiera yo logro comprender. ¿Por qué lo sé? Porque te pienso
mucho, cada momento, cada paso, cada día, cada instante. Me pregunto cómo
habrás empezado tu día, si quizás estas preocupada, angustiada, te falta algo o
simplemente te falto yo. Después que todo ello pasa por mi cabeza, me decido a
enviarte un mensaje y, aun sabiendo que no soy tu primer pensamiento del día,
ni el ultimo, busco en ocasiones durante ratos la imagen que exprese lo que te
quiero decir, porque todos los días te quiero decir algo diferente, algo nuevo,
algo, que venga de mí. Y una sonrisa aparece cuando me respondes, una sonrisa
extraña, diferente a la normal, una sonrisa que viene de otro lado, una sonrisa
que tiene un sabor dulce y que se queda a veces durante minutos gracias a esas
palabras tan simples para algunos, pero tan llenas de significado para mí.
Pasan los segundos, minutos y horas, y cada vez tu imagen se entrelaza, se enreda
y se vuelve una con mis pensamientos, creando sueños, metas, objetivos, que en
mi mente lograremos juntos pero en la realidad no he dado ni el primer paso
para cumplirlos. Y de pronto te veo, hermosa, diferente, única. Muero por
correr y darte un abrazo un beso y decirte te extraño, pero no soy lo
suficiente, no soy capaz, no soy yo, cuando estas cerca de mí. Y entonces
mientras todo trascurre tan normal, mientras intento colocar mi atención en la
clase, no puedo evitar mirarte de reojo, analizarte, decirte tantas cosas que
siento por ti, que tú ya sabes (o te imaginas), pero que me falta el coraje
para confirmarlo. Y después siento como mi cuerpo me traiciona al juntarse
nuestras miradas, se hace evidente todo, me vuelvo débil ante tus ojos, me vuelvo
débil ante ti. Y, al terminar busco la manera de hablarte se sentirte, de poder
estar cerca de ti, me conformo siendo tu amigo, escondido entre un sentimiento
que no es real, porque, porque no te veo como una amiga, no… Te veo como algo
más, mucho más, te veo de una manera diferente y me doy cuenta que haces en mí
cosas, que me transformas, que me cambias, que me haces creer, me hacer dudar,
me haces sentir celos, me haces reír, me haces, me haces feliz. Y después tengo
que ser tan hipócrita de darte un beso en la mejilla, y dejarte ir así,
sabiendo que por dentro quiero darte un abrazo un beso eterno y decirte cuantas
cosas me haces sentir… Pero no, prefiero ser tu amigo y tenerte cerca, a que
sepas cuanto te quiero y de pronto te alejes. Y pasan las horas mi vida sigue
monótona y sin sentido y de pronto pasas por mi mente, sin avisar, sin pedir
permiso, escojo esa imagen que con tanto esfuerzo busque para ti, y te la envió
sabiendo que me vas a responder algo sencillo pero que para mi corazón
enamorado, soñador y estúpido es el más hermoso poema que va a leer por muchas
veces.
Carlos Osorio Rodriguez
Universidad del Tolima
Lic. Lengua Castellana
No hay comentarios:
Publicar un comentario